Celebrada en el Colegio una jornada sobre el uso y el abuso de las benzodiacepinas

España es el país del mundo en el que más se consumen tranquilizantes

Las benzodiacepinas son fármacos de alto consumo en España, casi el 28% de personas mayores de 70 años toman benzodiacepinas de una manera crónica, lo que crea una peligrosa dependencia. Así presentó la jornada sobre el 'Uso y abuso de las benzodiacepinas' la Dra. Josefina Ruiz García, vicepresidenta del Colegio y especialista en Neurofisiología Clínica en el Hospital Virgen de las Nieves; que se celebró el pasado miércoles 25 de junio de 2025.

En la mesa redonda, moderada por la Dra. Gracia María Castillo Fernández, coordinadora médica del CTA (Centro de Tratamiento Ambulatorio) de Loja, intervinieron la Dra. Silvia Alcántara Espadafor, especialista en Psiquiatría en la Unidad de Salud Mental Comunitaria del Zaidín; la Dra. Patricia Martínez Núñez, M.I.R. de Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud de La Zubia; la Dra. Ana María Sánchez Viñas, médico del Servicio Provincial de Drogodependencias en Motril, y la Dra. María del Carmen Iznaola Muñoz, especialista en Neurofisiología Clínica en la Unidad del Sueño en el Hospital Virgen de las Nieves.

La Dra. Silvia Alcántara habló desde el punto de vista psiquiátrico y dijo que su unidad se trabaja para los pacientes con un cuadro moderado o grave con los antidepresivos o tranquilizantes que producen motivación para contrarrestar la tristeza o la depresión. Se les administra a los pacientes, pero poco a poco se les va retirando. Dijo que están preocupados porque desde la pandemia los riesgos de suicidio han aumentado en cinco veces y ha bajado mucho la edad de la automedicación entre los jóvenes. Afirmó que cada día es más frecuente la utilización de las benzodiacepinas para los suicidios. "Y este no es solo un problema de salud mental, sino de salud pública", dijo la doctora Alcántara.

La Dra. Patricia Martínez dijo que pesar de la que las benzodiacepinas son un fármaco que puede resultar beneficioso, tiene consecuencias importantes como la dependencia, el aumento de caídas y fractura en ancianos, síntomas de abstinencia, el deterioro cognitivo y el aumento de la mortalidad. Lo más preocupante es el síndrome de abstinencia. Una de las medidas fue crear una infografía para saber si se están utilizando bien el consumo de estos fármacos, los cuales, si se toman a largo plazo, pueden producir dependencia. En general, el riesgo de dependencia se incrementa con la dosis, con la duración del tratamiento, y en personas con antecedentes de consumo de drogas de abuso o que combinen el medicamento con el consumo de alcohol incluso en cantidades moderadas. La doctora Martínez señaló que las benzodiacepinas son una terapia a corto plazo con un uso recomendado no mayor de cuatro semanas. Cada paciente debe tener un tratamiento y un seguimiento cuando se le retire el fármaco. Y la recomendación final: vivir sin tranquilizantes es posible.

La Dra. Gracia Castillo, coordinadora de la mesa redonda, ante una pregunta del público, dijo que se ha constatado que aquí en Granada se relaciona en una incidencia del 7,2% el consumo de cannabis con las benzodiacepinas en jóvenes entre 14 y 18 años, según un estudio hecho público el pasado año.

A continuación, la Dra. Ana María Sánchez habló del Servicio Provincial de Drogodependencias y dijo que un millón de andaluces consumen las benzodiacepinas y que una de cada diez personas en nuestra comunidad es consumidora crónica. También indicó que el 50% son mayores de 65 años y que siete de cada diez son mujeres. Apuntó igualmente que ocho de cada diez personas que intenta dejar estos fármacos lo consiguen con mayor o menor dificultad. "Las benzodiacepinas son la forma más rápida y barata de tratar la ansiedad, pero no es menos cierto que no siempre lo más rápido y barato es lo mejor", señaló. También que hay que trabajar mucho con el paciente para que tome conciencia y acepte el problema que tiene y la reducción gradual de benzodiacepinas, con un apoyo psicológico si hiciera falta. Y que no deben estar relacionadas con otras patologías. En cuanto al tratamiento antes que los fármacos hay unas técnicas específicas que se deben de emplear para combatirlo. Dijo que a los pacientes con insomnio crónico se les hace estudio o una polisomnografía para ver las posibles causas. La doctora apuesta por que se deje los tranquilizantes despacito, pero con pauta. Igualmente dijo que "vivir sin tranquilizantes es posible".

La jornada culminó con un coloquio.

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