Correcto uso de la publicidad médica y bases éticas sobre la economía y honorarios del ejercicio profesional

Se recuerda a los colegiados que el nuevo Código de Deontología Médica, aprobado por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) en diciembre de 2022, introduce importantes matices en materia de publicidad sanitaria y retribución profesional.

El Capítulo 25 establece los principios éticos que deben regir la publicidad médica, garantizando una comunicación responsable, veraz y respetuosa con el paciente y con la profesión.

Según el artículo 89.1, es contrario a la Deontología Médica utilizar la publicidad para propagar conceptos infundados, fomentar esperanzas engañosas de alivio o curación, proponer como eficaces procedimientos que no tienen la mejor evidencia científica o promover falsas necesidades relacionadas con la salud.

El artículo 90 señala que la publicidad médica debe tener carácter estrictamente informativo. El profesional está obligado a identificarse con claridad, incluir su número de colegiado y comunicar únicamente especialidades que tenga reconocidas oficialmente. Anunciarse como especialista sin contar con la titulación acreditada es una falta ética, incluso si se dominan técnicas propias de esa especialidad.

Por otro lado, el capítulo 26 del Código de Deontología Médica, establece las bases éticas sobre la economía y los honorarios en el ejercicio profesional. Esta actualización normativa incide en la necesidad de preservar la integridad de la profesión frente a intereses comerciales, reforzando la transparencia, la moderación y el respeto a la dignidad del paciente.

Se hace hincapié en que el médico no debe vender al enfermo fármacos ni cualquier otro producto que tenga una finalidad terapéutica, según el artículo 92.4.

Finalmente, el artículo 93 subraya que el médico debe evitar el uso de publicidad en la que figuren precios de asistencia para la captación de clientes.

Desde el Colegio de Médicos recordamos que el Código de Deontología no es solo una norma de autorregulación, sino una guía viva que garantiza el respeto a los valores esenciales del ejercicio médico: la honestidad, la independencia profesional, la protección del paciente y el servicio a la sociedad.

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