Bomberos, policías y guardias civiles aprenden en el Colegio de Médicos de Granada a detener hemorragias masivas

Para atender a víctimas de
atentados, catástrofes o accidentes

La hemorragia masiva es la causa número uno de muerte prevenible en trauma. Si algún afectado de un accidente, o víctima de cualquier catástrofe o atentado, tiene una hemorragia, puede morir antes de llegar a un hospital si antes alguien no le ha tratado adecuadamente para evitarla.

Por ello, el Colegio Oficial de Médicos de Granada organizó el Curso "Stop the Bleed", que se realizó en la propia sede colegial el 12 de noviembre de 2025, y en el que participaron cuarenta alumnos/as pertenecientes a los cuerpos de Bomberos, Policía Nacional, Policía Local y Guardia Civil. En este curso aprendieron tácticas y técnicas para el abordaje y control de estas situaciones de emergencia en las que hay involucradas hemorragias masivas de sangre.

El Dr. Luis Roberto Jiménez Guadarrama, director del curso, explicó que "se ha enseñado a los alumnos a identificar una hemorragia potencialmente grave y a controlarla utilizando sobre todo la compresión, un torniquete, o una técnica conocida como empaquetamiento de heridas. El curso se ha adaptado a las necesidades de los alumnos incorporando prácticas de  técnicas de arrastre y acarreo que permiten extraer a una víctima a lugar seguro y rudimentos que pueden ayudarles a clasificar heridos según su gravedad".

Es vital que todas aquellas personas que por su función (como fuerzas de seguridad o de emergencias) pueden enfrentarse a situaciones de sangrado masivo, sepan responder adecuadamente. "Puede significar la diferencia entre la vida y la muerte para muchas víctimas de accidentes, atentados o catástrofes"—explicó el Dr. Jiménez Guadarrama.

Este tipo de cursos surgieron desde la tragedia acaecida en 2012 en la Escuela Primaria Sandy Hook de Newtown (Estados Unidos), cuando un tirador perpetró una masacre en donde murieron 28 personas (incluyendo 20 niños). Las muertes producidas por desangrado en esta tragedia, junto con la toma de conciencia de las que se producen en cualquier otro tipo de catástrofes o accidentes, motivaron una respuesta organizada a través del "Consenso de Hartford": una serie de acuerdos tomados en la reunión que tuvo lugar en 2013, entre representantes de cuerpos de seguridad y emergencias, gobierno federal y comunidad médica de los Estados Unidos; para buscar vías destinadas a mejorar la supervivencia en estos eventos.

Los participantes del Consenso de Hartford llegaron a la conclusión de que se salvarían muchísimas vidas si previamente a cualquier tipo de tragedia o catástrofe, se han enseñado habilidades y herramientas básicas para detener el sangrado incontrolado en una situación de emergencia; no solo a las personas especializadas en seguridad y/o emergencias, sino incluso a los espectadores civiles presentes en la tragedia.

El Dr. Jiménez Guadarrama señaló que "también los civiles necesitan entrenamiento básico en los principios de control de sangrado, para que puedan proporcionar ayuda inmediata de primera línea hasta que los primeros especialistas en situaciones de emergencias puedan asumir el cuidado de una persona lesionada". Debido a muchas situaciones inesperadas, puede haber un retraso entre el momento de la lesión y el momento en que un primer especialista llegue a la escena: por esta razón, el Consenso de Hartford propuso como elemento crucial, además de la formación de los especialistas en emergencias, la formación de la población civil en general.

  • Compartir