Celebrada la Jornada para la prevención del suicidio
Alrededor de 200 personas asistieron
a la Jornada para la Prevención del Suicidio
Estuvo organizada por el Colegio de Médicos de Granada
y la Plataforma de Asociaciones de Pacientes
En España se quitaron la vida 4.000 personas el pasado año. En Andalucía lo hicieron 790 y en Granada 120. Las cifras de personas que deciden suicidarse aumenta cada año. Estos datos se dieron en el la Jornada para la Prevención del Suicidio que se desarrolló ayer, 14 de septiembre, en el Colegio de Médicos de Granada y a la que asistieron presencialmente casi 200 personas. También se emitió por streaming a través del Canal de TV del Colegio de Médicos de Granada. La jornada, en cuya organización colaboró la Plataforma de Asociaciones de Pacientes de Granada, tenía como objetivo abordar este importante problema y concienciar sobre la importancia tanto de su prevención como del necesario apoyo a los supervivientes. En la jornada se realizó un abordaje desde distintas perspectivas contando con aportaciones tanto de profesionales especializados en este tema con carácter multidisciplinar (Psiquiatría, Medicina de Familia, Trabajo Social, Psicología…), como de la experiencia personal de los supervivientes e intervenciones de los asistentes. La jornada, que se celebró con motivo del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, estuvo coordinada por los doctores Josefa Ruiz García (Vocal de Medicina Hospitalaria en el Colegio de Médicos) y Pedro Canals Innamorati (Comisión de Docencia).
Tras la bienvenida de la vicepresidenta del Colegio Isabel Castillo Pérez, la conferencia inaugural corrió a cargo de Jorge Antonio Cervilla Ballesteros, catedrático de psiquiatría de la Universidad de Granada, quién resaltó la importancia de hablar de este problema (que muchas veces se oculta) y de que los centros sanitarios implanten una especie de código suicida para detectar estos comportamientos. “La salud mental no se cuantifica, es un estigma hablar de ello y no se sabe de dónde ni como viene”, dijo el ponente.
En la primera mesa redonda, que abordaba directamente la prevención del suicidio y estuvo moderada por Jesús Ángel Thomas Carazo (director UGC Salud Mental HUCS), intervinieron José Maldonado Alconada (médico de familia), Silvia Rejón Martín (trabajadora social de AGRAFEM), Magdalena Patón (psicóloga clínica de Granabip) y Cristina Morales del Castillo (psicóloga del Teléfono de la Esperanza).
La segunda mesa redonda trató sobre el apoyo a los supervivientes y estuvo moderada por Manuel López Pérez, psiquiatra de la Unidad Hospitalaria Salud Mental HUVN. En ella participaron Rosa Melchor Leiva (psicóloga del Teléfono de la Esperanza), José Luis Bimbela Pedrola (profesor de la Escuela de Salud Pública), Margarita Martínez Romero (pediatra de Atención Primaria) y María Jódar Reyes (médico de familia y vocal de Médicos Tutores en el Colegio de Médicos de Granada). Aportaron datos y vivencias con personas con tendencia suicida.
En la jornada se puso de manifiesto que los profesionales de la salud desempeñan un papel crucial en la prevención del suicidio. La detección temprana y el tratamiento adecuado de las condiciones de salud mental son esenciales. Los médicos de atención primaria son, a menudo, la primera línea de defensa para las personas que buscan ayuda, y deben estar capacitados para reconocer las señales de advertencia y proporcionar el apoyo necesario. En el ámbito de la atención primaria, es importante que los médicos y profesionales de la salud se enfoquen en identificar a las personas que pueden estar en riesgo de suicidio y proporcionarles las opciones de tratamiento adecuadas. Esto puede incluir la derivación a especialistas en salud mental, la terapia y el seguimiento constante para garantizar la seguridad de los pacientes.
Un suicidio no es un acto de cobardía ni de valentía, es un acto en el que hay que ver los indicios para tratar de evitarlo, se dijo en la jornada. También que últimamente son más mujeres y jóvenes los que intentan quitarse la vida y que es un problema de salud pública muy serio en el que hay que incrementar los esfuerzos para intentar resolverlo. Es importante que los médicos y profesionales de la salud se enfoquen en identificar a las personas que pueden estar en riesgo de suicidio y proporcionarles las opciones de tratamiento adecuadas.
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