Se celebró la conferencia "Cuidar y comunicar - La Medicina y la Palabra"
Encuadrada en el ciclo de "Jueves Culturales"
del Colegio Oficial de Médicos de Granada
El jueves 6 de noviembre tuvo lugar en el auditorio "María Castellano" del Colegio Oficial de Médicos de Granada la conferencia "Cuidar y comunicar - La Medicina y la Palabra", pronunciada por el el escritor y médico colegiado Dr. Francisco Javier Castejón Casado, con ocasión de su nombramiento como socio numerario de la "Asociación de Médicos escritores y artistas de España - ASEMEYA".
Esta conferencia estuvo encuadrada en el Ciclo de "Jueves culturales" de la institución, coordinado por el periodista Andrés Cárdenas. Cabe destacar que esta ocasión constituyó la primera vez que un colegiado de Granada impartió una conferencia para acceder a su nombramiento como socio numerario de ASEMEYA (Asociación Española de Médicos Escritores y Artistas).
El acto estuvo conducido por la presidenta del Colegio, doctora Isabel Castillo Pérez, que lo abrió presentando al colegiado protagonista aspirante a miembro numerario de ASEMEYA: el doctor Javier Castejón, médico y escritor.
En la mesa de presidencia se hallaban, además de la presidenta y el referido colegiado, la doctora Carmen Fernández Jacob, presidenta de ASEMEYA, desplazada de Madrid para responder al discurso del aspirante, y el doctor Julio Romero, director de la Unidad Médico-Quirúrgica de la Infancia del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, cuya función no era sino presentar al doctor Castejón.
Tras la introducción de la presidenta del Colegio, tomó la palabra la doctora Fernández Jacob, quien explicó la naturaleza e importancia de ASEMEYA, sociedad dependiente de la Organización Médica Colegial, que existe desde 1931, cuyo primer presidente de honor fuera Ramón y Cajal, y por la que en su día pasaron eximios colegas como Laín Entralgo o Gregorio Marañón. En su intervención señaló la importancia que puede revestir para un médico escritor su ingreso como socio numerario en la asociación que preside, señalando además que esta ocasión era la primera vez que un médico escritor impartía su discurso de acceso en la ciudad de Granada.
A continuación, tomó la palabra el doctor Romero, que esbozó la historia profesional del aspirante, así como su perfil literario, haciendo hincapié en el carácter polifacético y, en su expresión, renacentista, del mismo. Esta afirmación la hacía tras citar los diversos elementos de su vida profesional, en la que serían de destacar su especialidad en cirugía pediátrica, pero también, su perfil académico como profesor de la Facultad de Medicina, su labor investigadora y su experiencia en cooperación internacional.
En cuarto lugar, fue el propio doctor Castejón, quien tomó la palabra, desarrollando su conferencia "Cuidar y comunicar - La Medicina y la Palabra", quien deleitó al auditorio con una rica oratoria, dedicada a la memoria de los doctores Kamel Mátar y Martínez Moya, quienes, como afirmó, habían compartido con él miles de horas de quirófano el primero de ellos en Granada y el segundo en los confines del mundo.
El conferenciante explicó que "Cuidar y comunicar", o lo que es lo mismo, la "Medicina y la palabra", son facultades humanas insertas en los genes de la evolución humana desde sus inicios, y que además son "señas de identidad de lo humano y de lo civilizado", explicando pormenorizadamente las bases antropológicas de dicha afirmación.
A continuación, desarrolló su argumento inicial en base a tres apartados que explicó en detalle: la mirada del médico, la lente del científico y la visión del humanista, todo ello basándose en sus obras literarias y sus numerosos artículos de tribuna y opinión en prensa y revistas.
La "mirada del médico", el hombre de acción que ejerce la medicina tanto en nuestro medio como en diversos países del tercer mundo, nos ilustró con una defensa férrea de la vocación médica y de la relación médico-paciente, tal y como define asertivamente en su ensayo "Amenaza a la vocación médica" y en numerosos artículos, concluyendo en una encendida defensa de ambas y reivindicando el reconocimiento de la relación médico-paciente por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad. En este mismo punto también clamaba, tal y como explica en su relato autobiográfico "Las tres puertas", y en numerosos artículos de revista y prensa, contra el olvido de la comunidad internacional de gran parte de la población del planeta que se halla al margen de cualquier protección social o sanitaria.
La "lente del científico" nos desveló, sobre todo, el peligro del desarrollo técnico-científico sin soporte bioético que lo controle, descrito en su novela "El hombre sin dios" y en numerosas colaboraciones literarias. Pero también incidió en el uso torticero y fraudulento que con frecuencia hace la clase política de las verdades científicas, bien deformándolas bien falseándolas en pro de sus propios intereses. Concluyó este apartado en la necesidad, tanto en el desarrollo político como en el ejercicio de la medicina de mantener la verdad para que la palabra no pierda su valor.
La tercera y última parte de la conferencia se titulaba "La visión del humanista", en cuyo desarrollo el doctor Castejón nos sorprendió con un escueto, pero enormemente ilustrativo estudio de la naturaleza humana y, sobre todo, del equilibrio entre el bien y el mal en que se desenvuelve su existencia. En primer lugar, describió la capacidad depredadora y destructiva del hombre actual para terminar con un canto a su capacidad para crear, amar, cantar y soñar y una encendida defensa de la poesía como arma para acercarnos a lo luminoso, "e incluso lo divino" en sus palabras, del ser humano.
Concluyó renovando la necesidad de recuperar la capacidad de cuidarnos los unos a los otros y usar la palabra, como vehículo de comunicación, siempre apelando a la verdad. El uso de estas facultades humanas, en palabras del conferenciante, se hace necesario para recuperar los valores de la profesión médica e incluso para la consecución de una humanidad más justa.
Posteriormente la doctora Fernandez Jacob, venida de Madrid con este objetivo, tomó la palabra para responder al discurso del aspirante a miembro numerario de ASEMEYA, comenzando con una brillante exaltación del valor de la palabra como instrumento terapéutico, pero también de las manos como facultad humana capaz de transformar la realidad.
Realidad con un objetivo muy concreto en el caso de la medicina, en el cual se circunscribe a las funciones de curar cuando se pueda, aliviar cuando se necesite y consolar en todo momento, según expresión de Claude Bernard.
Posteriormente, y basándose en la vida y escritos de Antón Chejov, refrendó la visión multidimensional del médico sobre la naturaleza humana según las observaciones previas del doctor Castejón: la mirada del médico, la lente del científico y la visión del humanista.
Finalizó su intervención agradeciendo a la presidenta del Colegio su acogida y entregando al doctor Castejón su diploma acreditativo como miembro numerario de ASEMEYA desde la fecha.
En resumen, un acto entrañable a lo largo del cual confluyeron en las diversas intervenciones de los componentes de la mesa una encendida defensa del espíritu médico y de la creatividad literaria.
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